Este apartamento representa ese tipo de lugar que mucha gente imagina cuando sueña con cambiar de vida y venirse a la costa: un espacio exclusivo en Benidorm, con dos habitaciones, dos baños, piscina y sauna, pensado para disfrutar del Mediterráneo con calma, estilo y un punto de lujo que se nota en cada momento del día. No es solo una vivienda; es un escenario perfecto para construir una vida donde el bienestar y el disfrute dejan de ser algo puntual para convertirse en una rutina. Desde el primer minuto, lo que transmite este apartamento es sensación de “sitio especial”. No es la típica vivienda vacacional cualquiera, es de esas que se recuerdan: el tipo de lugar al que te apetece volver después de un día de playa, de paseo por la ciudad o de haber estado simplemente desconectando del mundo. Aquí cada día puede ser distinto, pero todos comparten algo en común: la tranquilidad de saber que vives en un entorno pensado para cuidarte. Benidorm tiene algo que engancha: su cielo casi siempre despejado, su luz tan característica, ese ambiente de vacaciones eternas mezclado con la comodidad de tenerlo todo a mano. Este apartamento se sitúa dentro de esa energía, pero a la vez te ofrece el espacio perfecto para vivirla a tu manera. Desde la urbanización, se siente la presencia del mar, el movimiento de la ciudad, pero también una burbuja de calma donde el ruido se queda fuera y solo entra lo que tú eliges. La piscina se convierte en una auténtica extensión de la vivienda: un lugar donde el tiempo se diluye entre chapuzones, tardes de lectura al sol y conversaciones interminables al borde del agua. Es fácil imaginar mañanas en las que el primer plan del día es bajar a darse un baño, dejar que el cuerpo se despierte en calma y empezar la jornada con la sensación de estar en un resort, pero sabiendo que es tu propia casa. Por la tarde, ese mismo espacio se transforma en punto de encuentro: risas, confidencias, miradas cómplices, todo alrededor del agua y del clima templado que hace que estar al aire libre sea casi obligatorio. La sauna aporta el toque definitivo de exclusividad. No es solo un servicio más; es un pequeño ritual de cuidado personal integrado en tu día a día. Tras una jornada intensa, un entrenamiento, una larga caminata por el paseo marítimo o simplemente cuando apetece parar, la sauna se convierte en refugio: un lugar para soltar tensiones, despejar la mente y reconectar contigo mismo. Cada sesión se siente como un reset, como si al salir de ella el cuerpo y la cabeza se alinearan de nuevo. La vida dentro del apartamento fluye con naturalidad. Las dos habitaciones permiten que cada persona tenga su propio espacio, su momento de intimidad, su rincón de descanso. Los dos baños evitan prisas, colas y pequeñas fricciones del día a día, haciendo que todo funcione con suavidad, sobre todo cuando hay visitas o cuando la vivienda se comparte. Es la típica distribución que se agradece tanto en el presente como a largo plazo: cómoda para vivir solo o en pareja, pero también perfecta para recibir amigos, familia o incluso aprovecharla como propiedad para alquilar a un perfil exigente. Benidorm, además, multiplica todo el valor de esta vivienda. Hablamos de una ciudad que no solo vive del turismo, sino que se ha convertido en hogar permanente de miles de personas que buscan sol, servicios, entretenimiento y seguridad. Tener un apartamento exclusivo aquí es tener una llave que abre muchas posibilidades: disfrutarlo personalmente todo el año, usarlo como segunda residencia de escapada o rentabilizarlo con alquiler vacacional o de temporada. La combinación de piscina, sauna, dos habitaciones y dos baños lo coloca en una franja muy deseada para quienes no se conforman con lo básico. La experiencia diaria que ofrece este lugar va más allá de cuatro paredes. Es despertarte y decidir si el primer plan es preparar un buen desayuno tranquilo, bajar a la piscina, salir a caminar hacia la playa o simplemente sentarte en silencio a conte