Bungalow alto reformado de 2 habitaciones y 1 baño en Torrevieja. Una vivienda que mezcla la esencia mediterránea con el confort de un espacio actualizado, pensada para quien busca algo más que “un sitio donde dormir”: un hogar con alma, luz y personalidad propia en una de las localidades más deseadas de la Costa Blanca.​ Vivir en un bungalow alto en Torrevieja Vivir en un bungalow alto en Torrevieja es disfrutar de una forma de vida distinta a la de un piso convencional. No se entra por un portal compartido de muchos vecinos, sino que se siente más como una casita propia dentro de una zona residencial tranquila, donde el ritmo es más calmado y la sensación de barrio es más cercana. Al subir a este bungalow, se deja atrás el ruido de la calle y se gana altura, vistas, brisa y una intimidad que se nota nada más cruzar la puerta.​ Torrevieja, con su mezcla de residentes locales y europeos, su clima suave y su vida durante todo el año, es el escenario perfecto para este tipo de vivienda. Desde aquí es fácil imaginar rutinas donde el mar está siempre presente como opción: bajar a la playa, hacer recados en comercios cercanos, tomar algo en una terraza y volver a un hogar que se siente refugio, lejos del bullicio de las zonas más turísticas pero lo bastante cerca como para disfrutar de ellas cuando apetece.​ Un hogar renovado que transmite buena energía El hecho de estar reformado se nota en la sensación general que transmite el bungalow: orden, frescura, limpieza visual y un ambiente cuidado que invita a quedarse. No se percibe como una vivienda antigua pendiente de arreglos, sino como un espacio listo para entrar y empezar a vivir desde el primer día. Cada estancia respira esa mezcla de actualización y calidez que hace que el conjunto se sienta coherente y agradable.​ La reforma aporta también tranquilidad mental: saber que la vivienda ha sido puesta al día reduce preocupaciones y permite centrarse en lo importante, que es disfrutarla. Quien entra no piensa en obras, en cambios urgentes o en listas de pendientes; piensa en cómo colocar sus muebles, dónde irá el sofá, qué rincón será el favorito para leer o dónde se desayunará cada mañana. Esa comodidad inmediata es uno de los grandes valores de una casa reformada con sentido. Espacios pensados para el día a día Este bungalow alto tiene una distribución que favorece una vida diaria sencilla y fluida. Las dos habitaciones permiten separar muy bien las zonas de descanso del resto de la vivienda, dando opciones distintas según el momento vital de quien lo ocupe. Puede ser el hogar perfecto para una pareja que quiera un dormitorio principal y una segunda habitación como despacho, cuarto de invitados o vestidor amplio. También puede adaptarse a una pequeña familia que busca un lugar práctico donde cada uno tenga su espacio.​ El baño centraliza las rutinas de cuidado diario, facilitando que todo tenga su orden. Es ese espacio al que se entra por la mañana para empezar el día con buena cara y al que se vuelve por la noche para cerrar la jornada con una ducha relajante. En conjunto, las estancias dialogan entre sí, conectadas pero diferenciadas, haciendo que la casa se sienta funcional sin perder calidez. La ventaja de estar “alto” Ser un bungalow alto, y no uno en planta baja, añade varios matices muy atractivos. Por un lado, la entrada de luz suele ser mejor, con menos sombras y más claridad durante gran parte del día. Por otro, la sensación de intimidad aumenta: no hay gente pasando justo delante de las ventanas, ni se está a ras de calle, lo que da más privacidad y una percepción de seguridad diferente.​ Además, a nivel sensaciones, el aire se nota más limpio y fresco. Abrir las ventanas y dejar que corra la brisa mediterránea se convierte en un gesto cotidiano que cambia el ambiente de la casa. Desde la altura, se ve más cielo, más tejados, más horizonte, y menos tráfico. Esa conexión visual con el entorno hace que el hogar parezca más abierto, menos encajonado, lo que se agradec